Surfear en pareja. Beneficios.

Muchas veces, las parejas deciden comenzar a practicar un deporte juntos, pero no saben cual es el recorrido, o en qué puede desencadenar. En este caso , el surf es una incertidumbre constante, ya que en sí, es precisamente eso, un deporte de continua adaptación: a la metereología (tipo de ola, viento, marea, corriente,…), al material (soft board, long board, fish, minimalibú short board, etc). (En Llanes, tenemos la suerte de contar con muchas playas surfeables en las diferentes mareas y condiciones.)

Aunque en ese caso, es inherente al deporte. Pero si vemos el aspecto psicológico, la motivación nos puede pantear un estímulo constante: por mejorar junto con mi pareja, ayuda a «engancharte» a este deporte. Ojo no caer en la desmotivación, si el avance no es el esperado. Para esto, tenemos las clases en seco o el surf skate. (Os dejo un enlace a nuestro anterior post sobre el surfskate). Todo ayuda.

Otro beneficio es el estilo de vida que se genera. Cuando vas a buscar tu spot en función del día, compartes ese trayecto que muchas veces se hace solo, y se «gana» una mayor conexión emocional con la pareja. Ayuda también a ir hablando y previendo el tipo de swell que te encontrarás y ya te vas introduciendo, poco a poco, en la materia.

Una vez en el agua, el medio terapéutico por excelencia, estamos en estado de ingravidez, lo que ayuda a relajarnos de forma general.

Y ya, cuando conseguimos surfear las olas, la alegría es doble, ya que la satisfacción de surfear nuestra propia ola, se multiplica al ver los logros de nuestra pareja.

Por eso decimos que los beneficios o ventajas, son exponenciales, y que ayuda a superar barreras, a conectar cuerpo y mente, y a experimentar sensaciones que van «in crescendo». Así, una vez finalizada la sesión, se genera una mayor expectativa y deseo de volver al agua nuevamente en la siguiente sesión y, lógicamente, con tu pareja, fortaleciendo la relación.